Los conflictos con lleva un rol en el desarrollo de las etapas del ser humano como la infancia, la adolescencia y la juventud. Durante la infancia se pueden presentar conflictos que promueven algunas resoluciones de problemas que estos llegan a permitir que los niños puedan tomar decisiones y socializar con otros. En la adolescencia los conflictos van contribuyendo la identidad personal del adolescente. En esta los adolescente comienzan experimentar diferentes expectativas, valores entre otros, mientras tanto que en la juventud los conflictos desarrollan la autonomía y la independencia, lo que esto ayuda al tiempo a fortalecer la capacidad de enfrentar los desafíos que se van a presentar que durante la resolución de problemas mejorando su capacidades para poder lidiar con situaciones que se le presente en el camino.